sábado, 29 de noviembre de 2008





Telefónica de mi alma
En 1998 trataba de definir esta serie con las siguientes palabras: "Fotografía expresionista en el cruce de caminos entre la pintura y la fotografía. es la simbiosis entre el ojo del fotógrafo y la mano del pintor. no existe materia añadida, ni tintes ni veladuras, sino el modelado de imágenes planas, alterando los parámetros de la percepción objetiva." Hoy, diez años después, estas imágenes parecen muy fácilmente realizables. La fotografía digital manipulada con programas de retoque se ha convertido en algo trivial. No obstante, están realizadas únicamente con una polaroid convencional, de la cual existe el soporte físico. Mediante el escaneado he podido apreciar un interesantísimo detalle que me ha permitido llevar la imagen a tamaños de 1mx1m, ganando en calidad expresiva.

sábado, 22 de noviembre de 2008







Autorretratos de nadie
Insertadas en el volumen titulado El Cuerpo y la Memoria, a modo de capítulo del libro, se muestran una serie de imágenes de las que se expusieron simultáneamente a su edición en la sala del Canal de Isabel II en la exposición del mismo nombre (1995). Este portfolio es el resultado de la investigación plástica realizada tomando como motivo el autorretrato del autor. En dicha serie, se aborda la representación de un mismo rostro en el que aparecen, o se hacen aparecer por procedimientos fotográficos, otros rasgos que hacen pensar en diferentes personalidades. La reflexión que subyace en dichas imágenes se refiere a la multiplicidad de la propia identidad, a la doble personalidad de tipo esquizoide, la fiera dormida, el alter ego, etc.

viernes, 21 de noviembre de 2008






Desayunos
Esta exposición colectiva de fotografía se presentó tanto en la portada del catálogo como en el cartel con una imagen del autor. Su extenso portfolio (40 imágenes), que abre las muestras del catálogo, es el resultado de un trabajo de investigación plástica a lo largo de un año mediante una toma cada día, a modo de diario fotográfico, de una taza de café y el entorno que la circunda. Este entorno variado, distinto en cada fotografía, es el estudio del autor, en el que vive en esa época. Las fotografías del desayuno, realizadas casi inconscientemente, como un ejercicio de autorreconocimiento, poco a poco van desvelando la personalidad de quien habita ese espacio. Y todas juntas (365 imágenes) constituyen un caleidoscópico autorretrato.